En una reunión especial y con público presente, este jueves 29 de agosto se le hizo entrega de un certificado y la Resolución oficial en reconocimiento a su trayectoria ayudando a los animales abandonados. Nora dijo estar agradecida, pero también utilizó el espacio para abogar por el desarrollo de políticas públicas en favor de los desfavorecidos, no sólo animales sino también personas en situación de vulnerabilidad.
Recordó también anécdotas con sus compañeros y familiares, al tiempo que envió un mensaje crítico a la localidad para instarlos a cuidar de manera responsable a los animales: “no se saque su problema de encima y nos lo tire a otros, porque nosotros estamos cansados de esa actitud. A mí también me molestan, me se levantar hasta cinco veces en la madrugada a correrlos porque no me dejan dormir. Y si a mí me molestan, a los demás también. Por eso antes de adoptar a un animal, hay que hacerlo responsablemente, porque un animal vive mínimo 14 años y pasa por todas las etapas. Cuando es chiquito hace pozos, es divino, pero no es un peluche. Después mata las gallinas, se pelea con el perro del vecino, entonces vamos y lo tiramos”.
Para finalizar, aseguró que “no lo hubiera podido hacer si no hubiera tenido a mi amiga cuando empezamos con la protectora, Graciela Cornara, que hemos compartido las lágrimas y alegrías juntas”.
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