Se llevó a cabo la segunda edición del encuentro literario “Canals tiene quien le escriba”.
No solamente es un encuentro de personas que dejan una huella residual pintando historias sobre un papel. También es una postal que retrata un tiempo pasado, presente y futuro. Una melodía que busca armonizar, complacer y atraer a los que son, a los que están y a quienes vendrán.
Hay un tiempo de hablar y un tiempo de escuchar, dijo un sabio y bajo esa premisa concurren, sabiendo que, cada punto o cada coma será un descanso que permitirá digerir sentimientos y emociones, que se van descubriendo en cada párrafo leído de un papel o del corazón.
No todo se escribe, también se cuenta lo que no se plasma sobre un papel. Esa es la magia que tienen los encuentros, poder descubrir lo que hay detrás de cada letra, cada página, de cada libro o revista, y de aquellos creadores, hacedores conocidos o desconocidos de la cultura popular.
Solo el tiempo dirá hasta cuanto más podrán contribuir con los cimientos de este futuro muro que se construye y solidifica en base a letras, papel, historia y melodías que acompañan para mitigar el olvido de tanto tiempo pasado. En pocos minutos todo se va despoblando y volviendo a poblar, todo queda en blanco y negro para después retomar su color.
Canals tiene quien le escriba. Por eso hay muchas historias que le pelearán al olvido, hay muchas manos que contribuirán con esta causa. La premisa detrás de esta noble causa es que se sumen más manos a contribuir con letras y sumar mas historias para que el olvido no derrumbe el mural que mantiene erguido las diferentes historias de un pueblo.
En ésta edición el menú para el deleite, preparado por Iván Ferreyra incluyó la presentación del libro del Prof. Sergio Giménez, sobre Arturo López Dozo. Se disfrutaron escritos de María Inés Rios, Mariano Ingrassia y Aldo Antonio Chirino (Tatú). Luego, se realizó la presentación de Sheila Juárez, una joven escritora quien publica sus escritos en Instagram a través de la página Pedacitos_de_mii, para finalizar con las anécdotas sobre costumbres de antaño a cargo de “Pocho” Rubíes, disfrutando de “la historia viviente”, según su propia definición.
En cada encuentro no puede faltar la música que acompaña cada poema, narración e historia que es seleccionada y ejecutada por Nica Verna y algunas apariciones de Cristian “Tati” Pedrazzini
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