La columna semanal de Ivan Ferreyra
En la vida debemos saber como decir las cosas simplemente. Tener escrito los sueños en una pantalla para los días extraños. Ser y parecer. Todo vale si tu conciencia se lo banca. El fin del mundo se acerca. Suena alarma de auto a distancia. Me parece que a alguien no le gusto. Una frase que representa mi obra literaria. ¿Existe algo que valga la pena que no sea díficil? Sería como incendiar la casa para hacer una tostada. La cara parece una cama sin hacer. Yo me inspiro en la realidad. Sí uno no pide no consigue. Loco se vuelve el que no sueña. Resumilo en una palabra. La belleza escondida del mundo. Lo de siempre merece un cambio, vivir para contarlo, contarlo para vivir. se recuerda mejor cuando se mira para arriba que para abajo. Todos vivíamos de otra cosa. En algún momento dejamos de mirar para filmar, aún no dejamos de escuchar para grabar, lo llenamos con música para evadirnos de los que piden en las veredas. No todas las historias son iguales. Quien no conoce su historia, no se conoce a sí mismo. Miren hasta que una puerta se vuelva una ventana. No es como esos cuentos que narran los humanos. ¿Conoces a alguien que abandone su casa para morir de hambre? Cada puerta se abrirá, más y después. Ayudamos a los nuestros. Por atención tu supervivencia depende de esto. Equilibrio y control. Sin eso, el caos te destruye. Entre la flor y la piedra está el equilibrio, levanten la piedra sin tocarla. Hay un dar y un recibir. Nos dormimos dulcemente en un mundo y nos despertamos brutalmente en otro. Plata y miedo nunca tuve. Un hombre vive y muere por honor. Una mercancía que nunca sobra. Nunca la poesía manchará un mantel. Por los amigos y la libertad.
Cuando llegue el fin del mundo cuenten conmigo.
Porqué el mundo no empezó con gente hablando, empezó con un abrazo.
