Hijo de José y Amelia Serafini, fundadores de los medios de comunicación en Canals, “Pilín” repasó en una entrevista los inicios de la radio local, la pasión por la música y el espíritu emprendedor que marcó a su familia. Una historia cargada de memoria, enseñanza y amor por el pueblo.
Una herencia que marcó a Canals
En una charla llena de nostalgia y emoción, Roberto “Pilín” Serafini recordó a su padre, don José Serafini , el hombre que trajo los medios de comunicación al pueblo de Canals. Con una pasión inquebrantable por la radio, José fue quien instaló la primera propaladora local en 1955 , en una época donde todo se hacía a mano y con creatividad. “Mi papá tenía una radio que sintonizaba con una varilla de carbón, porque no existía el dial”, contó Pilín entre risas, evocando aquellos tiempos fundamentales.
El poder de comunicar y crear comunidad.
José Serafini no solo fue un pionero técnico, sino también un visionario que entendió la importancia de la comunicación responsable . “Mi viejo decía que el micrófono es un arma. Podés construir o destruir con lo que decís”, recordó Pilín. Esa enseñanza quedó grabada en su hijo, quien destacó la necesidad de usar los medios para transmitir alegría, reflexión y esperanza , más allá de modas o tendencias musicales.
Una familia donde la música nunca se apagó
La música fue el corazón de los Serafini. Doña Amelia tocaba el piano en reuniones familiares, y el propio Pilín creció entre guitarras, melodías y anécdotas. “La música armoniza, recrea escenarios e ilusiones; por lo tanto, también recrea esperanzas”, expresó. En cada palabra, se percibe el amor por ese arte que fue y sigue siendo parte de la identidad de su hogar y del pueblo.
Un mensaje para las nuevas generaciones de Canals
Con la mirada puesta en el presente, Pilín también reflexionó sobre la importancia de no dejar que el miedo al cambio frene el crecimiento de la comunidad. “Canales tiene que animarse a innovar, a producir, a progresar”, señaló. Y, con un guiño a su padre, agregó que cada sonrisa, cada buena palabra al aire, puede cambiar el ánimo de quien escucha.
El recuerdo que sigue sonando en el aire.
El cierre fue un momento de gratitud. Pilín agradeció a quienes mantienen viva la radio local y evocó con emoción las imágenes de sus padres, José y Amelia, en la entrada de la emisora. “Ellos siguen presentes en cada nota, en cada palabra. Y verlos ahí, me hace feliz”, concluyó.








