Neldo, El dueño de la plaza.

Todo lo que hicimos sigue vivo en algún lugar. Barrio Patria.

Neldo camina, corre, levanta las manos y grita: “La plaza es mía, la plaza es mía”, como en una escena de Cinema Paradiso, está enojado, alguien le dijo “Patato” para que se enojara, y el que lo hacía salía corriendo porqué la vuelta era brava. Neldo tiene una puntería que lo había hecho famoso, con su precisión para bajar pájaros, con las personas tenía más posibilidades de embocarle, por lo cuál era una adrenalina de infancia, correr por las calles del barrio patria con él a una cuadra de distancia tirando piedras, más cerca era letal. Neldo fanatico de River y amigo de todos. Siempre fumandose un puchito y con su sonrisa. Neldo sigue cuidando la plaza. Ese espacio popular como ninguno, la plaza del barrio patria debería llevar su nombre, “Neldo Moyano”. O él de su madre. La plaza es la infancia. Su padre jugó en Canalense y trabajaba en la fábrica. Oscar, su hermano, persona a la cual quiero mucho, lo conocí por los noventa, era dirigente de canalense, yo debutaba en primera, en esa epóca jugabamos de calzas y colita en el pelo, menos mal que no hay imagenes, y lo jodí tanto que me compraron un par de botines nuevos, me acompaño como un padre a comprarlos, nunca lo olvidaré. Hace unos meses estaba con Mariano tomando un café en la EG3 y me agarran de atras´erá él, Oscar, fue hermoso verlo, nos acordamos de esa epóca, le pregunté por Neldo, y si seguía yendo a la cancha, con su sonrisa, igual que la de Neldo, me dice: “Desde que dejaste de jugar vos no fuí más a la cancha”.