A veces uno piensa que la única heroína de la vida real es tu vieja, que se jugó la vida entera para que uno creciera y fuera alguien en la vida, espero no haberla decepcionado, pero en este año, en el que hemos recibido más trompadas que Locomotora Castro frente a Reggie Johnson, y que a pesar de tener un ojo completamente cerrado y el otro a medio abrir, por los golpes recibidos, siguió peleando con coraje hasta obtener la victoria y traer el título a su quería Argentina.
Así, con ese mismo empuje la promociones 2020 ganaron una batalla y entre estos héroes se encuentra mi hija, Virginia. Ella al igual que sus compañeritas y compañeritos, venían soñando con su ultimo año en la escuela primaria, y quien no, preparando cada momento, no querían dejar nada al azar. Cuando en 5to. año les toco despedir a la promo 2019, después de esa fiesta, empezaron a pensar en la suya… sueños, ilusiones, esperanza y un viaje de egresados en stand by, quedaron en el camino.
Más de una vez me quede sin palabras, con los ojos llenos de lágrimas y una angustia atravesada en el pecho, cuando nos contaba que extrañaba la escuela, cuando soñaba el reencuentro con sus compañeros y las seños dentro del aula. La fe no la perdió nunca, hasta los últimos días pensó que eso podía darse, pero no se dio y se bancaron todas las decepciones juntas.
Le hicieron frente a todo, salieron victoriosos, se egresaron y nos dieron la alegría mas grande de este año. Nos hicieron sentir orgullosos, pero como padre me quedo el sabor amargo de no poder haber hecho nada, nos quedamos con las manos vacías porque no teníamos armas para pelear contra un año cargado de proyectiles invisibles, y solo pudimos convertimos en escudos y proteger a nuestros niños, por los que sin duda daríamos la vida.
Pero no nos decepcionaron, se transformaron en héroes. Esas criaturas divinas, ese regalo de Dios, con los que empezamos a soñar el futuro cuando los llevamos a la salita de tres. Sin darnos cuenta, casi como por arte de magia, pasaron nueve intensos años, entre risas, llantos, alegrías, buenas y malas notas, travesuras, tareas cumplidas, tareas sin hacer, pero cada inicio de clases con sueños renovados.
Crecieron, y nos dimos cuenta, que también se hicieron fuertes, pero que también conservan esa inocencia de creer que todo es posible, de que en algún momento puede pasar, por esa capacidad innata de adaptarse. Se adaptan porque conservan firme la fe y la esperanza.
Es por eso que los considero héroes, y creo que mi hija es mi heroína preferida, porque cuando los adultos, no hacían mas que quejarse, lamentarse, victimizarse, se peleaban y veían el futuro con pesimismo, ella conserva la esperanza de un mañana diferente, de que todo puede y va a cambiar, y si con su mamá teníamos un mal día, a pesar de todo lo que le toco aguantar en este año, trataba de robarnos una sonrisa para que nos sintiésemos mejor y logro, que fusemos felices por ser los padres de una “heroína de la promo del 2020”.
Por Fernando Camino