Un sentimiento sublime, como el amor hacia una persona, motivó mi escritura. Me desbordaba y necesitaba expresarlo; la gestación implicó muchas horas de introspección para interpretar estos sentimientos desconocidos e ingobernables. Son palabras auténticas de esta escritora.
¿Pasamos a conocerla?
Buenas tardes, Laura. ¿Realizamos la entrevista para Somos Canals?
Buenas tardes, Jorge. De acuerdo.
¿Nos cuentas dónde naciste y te has formado?
Nací en Canals, Córdoba, Argentina. Cursé el Jardín de Infantes en la escuela José Hernández, la primaria y secundaria en el Instituto Belisario Roldán, y estudié Marketing en la Universidad Católica de Córdoba.
¿Familia de origen?
Mis padres son Aldo Tomás Peralta e Irene Labiuk, y tengo una hermana llamada Rita Peralta.
¿Cómo nace tu inclinación por la literatura? Las hojas en blanco siempre fueron una atracción y un desafío. Escribí mi primera poesía a los 10 años.
¿Formaste familia? Sí, formé una hermosa familia y un cálido hogar, coronado por tres hijos: Florencia, Tomás y Ramiro. Hoy se ha expandido afortunadamente con dos nietitos, Pía y Simón.
¿Qué motivos te impulsaron a escribir el libro “EL ÁNGEL DORADO”? ¿Cómo fue la gestación y desarrollo del mismo? ¿Es tu primer libro? Sí, es mi primer libro. Un sentimiento sublime como el amor hacia una persona motivó mi escritura. La gestación implicó muchas horas de introspección para interpretar estos sentimientos desconocidos e ingobernables.
¿Qué es la escritura? Para mí, la escritura es una forma apasionada de vivir.
¿Qué herramientas intelectuales utilizaste para la concreción del libro? Mis herramientas intelectuales fueron la creatividad, la memoria emocional, la imaginación, la construcción gramatical y los recursos lingüísticos.
Se dice que en la vida hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. ¿Cualquier persona puede escribir un libro? Sí, lo recomiendo. Es tan esperanzador como plantar un árbol y trascendental y placentero como tener un hijo.
¿Cómo fue tu infancia? Tengo que retroceder un largo trecho para responderte (risas)… Pero todavía estoy en edad de recordar. ¿Cómo olvidarla? Ahí ya soñaba y la vivía teñida con los colores del arco iris. Fue maravillosa, la complicidad con mi hermana Rita, los juegos todo el día con entrañables amigos, andar en bici y las carreritas, patines de ruedas naranjas que volaban, rodillas siempre lastimadas, pero a esa edad no duele nada. La casita en el árbol, la pileta del Club Libertad y el desafío de aprender a nadar. Los baños públicos y la pelota al cuadrado, el frontón con mi raqueta de tenis de madera marca Beliz. Recuerdo que todo era risa, mi corazoncito era feliz. Las únicas pausas eran para comer y dormir, ah, y el baño diario bajo protesta. Me hiciste retornar a un momento de mi vida bellísimo en que tenía todo, todo lo que deseo para todos los niños del mundo: una infancia feliz, para llegar a ser un adulto feliz.
¿Qué hobbies tienes? Leer, escribir, escuchar música, tomar sol (no lo cuento como hobby, ya es un deporte), bailar, caminar, meditar; todas cosas que ocupan mis momentos de ocio que administro muy bien para lograr un equilibrio entre cuerpo, mente, alma y espíritu.
¿Hubo alguna profesora que recuerdes por su capacidad docente y sensibilidad? Sí, a todos los recuerdo con cariño, en especial a Mary Aguiar, profesora de biología. Su dulzura, su pedagogía, su pasión por enseñar combinadas con mis ganas de aprender, crearon un vínculo muy fuerte que me marcó. Al punto de elegir una carrera como medicina, la que cursé dos años. Ya había elegido mi especialidad, psiquiatría, pero se truncó porque mis padres no pudieron sostenerme económicamente y comencé a trabajar. Mamá fue mi profesora de Historia. Se escuchaba “Pase Peralta al frente”, la única que nunca me puso 10, pero era imponente en el aula, y veía cómo mis compañeros la amaban y respetaban. Era una situación extraña, pero me sentía muy orgullosa de mi profe, mi vieja, mi mamá.
Si te dieran la posibilidad de agregar una nueva materia en el nivel secundario, ¿Cuál elegirías? Elegiría dos, siempre con mis excesos. La llamaría “Gestión de las emociones”, aprender a lidiar con la tolerancia al fracaso, resiliencia, etc., y “Meditación”, conciencia del aquí y ahora, del presente, que creo ayudaría a la reflexión y tomar buenas decisiones y todos los beneficios que tiene meditar.
¿Qué es la vida? Esta es una pregunta filosófica. Creo que todos deberíamos hacérnosla para darle el valor intrínseco que tiene. Acoto: estoy en contra del aborto porque solo tenemos una oportunidad de vivir y no podemos negársela a nadie. La vida es maravillosa, un lugar común, me inclino por el misterio, el propósito de existir. Es un aprendizaje constante, prueba y error, no se edita, pero se puede corregir. Creo que hay que vivirla apasionadamente, experimentarla, saborearla, no tratar de comprenderla. Es un regalo y como tal se lo aprecia y disfruta, incluso en momentos no tan buenos. Es una escuela con muchísimas materias que nos desafían en todos los órdenes. Sus etapas son perfectas si uno conserva al niño que fue y sigue soñando, aprendiendo, haciendo. Creo que si uno encuentra su propósito y lo cumple es suficiente. A mí, en lo personal, me gustaría llegar a la tumba derrapando y expresar mis últimas palabras tales como ¡La puta, qué viajecito he tenido! La muerte es parte de la vida, no le temo. Amé y me amaron mucho, diría mi lápida.
Si imaginariamente pudieras compartir una charla y un café con un personaje de la historia, ¿Con cuál te gustaría hacerlo? Esa charla y ese café imaginario están en el libro en el cuento “SINCERICIDIO DE UNA TARDE DE DOMINGO”, que lo recomiendo y es obvio con EL ÁNGEL DORADO.
¿Cómo te gustaría que te recuerden en tu paso por la vida? ¿Qué legado te agradaría dejar? Me gustaría que me recuerden con amor y alegría, como una gran luchadora, que pudo mover montañas, que VIVIÓ A SU MANERA, como Frank Sinatra, que se sentía morir de amor, que fui más corazón que razón. El legado que me agradaría dejar es haberle abierto el camino a alguien y que las huellas que dejé inspiren a algunos a seguirlas, para alcanzar el estado de libertad y plenitud que tengo y aspiro a más. Y decirles a mis hijos y nietos que vuelen alto, que amen y sean amados, que busquen la felicidad y nunca se abatan frente a ningún obstáculo, y no le teman al miedo, es solo un engaño, y que los sueños están más allá de los intentos.
¿Eres una persona de fe? Sí, yo fui tierra fértil para el grano de mostaza; hoy es un gran árbol que se sustenta de oración, de amor a Dios y al prójimo cercano y lejano. Creo sin ver. La fe me ha sostenido en las noches oscuras del alma y es la luz que alumbra mi vida cada mañana cuando emprendo el viaje que es la oportunidad de vivir un nuevo día.
¿Puedes dejarnos aquí un poema para que el lector te conozca?
EPÍLOGO
Quise despertarte
Llevarte de tu mundo
Al mío,
pero tu ya perteneces
a tu senda vigorosa
de sentirte vivo,
de poseer tu mundo,
el mundo que has construido.
Mi espíritu resuelto
regresa omnipotente
a ser huellas
en otros caminos.
He peregrinando,
de soledad en soledad
he vivido,
que tus caricias negadas
son como tantos soles
que me negaron su brillo.
Siempre resucitó,
me rescató viva
de las trampas
que me he rendido.
Es hora de partir al sur,
de donde nunca
debí haber salido.
Ya no esperes de mí
ni verbos, ni sustantivos,
los adjetivos te los entregué todos
como a un semi dios, en gemidos.
Mí fuego llegó a abrazarte,
hacerte sentir vivo,
no me arrepiento de nada,
el camino de quererte
realmente tuvo todo
lo que un amor desea
cuando está vivo.
(Laura Peralta)
¿Qué significó concretar esta obra (el libro)? ¿Dentro de qué género literario lo podemos enmarcar? El género literario se enmarca en poesía y cuentos. Esta obra significó un logro personal, pero también vivenciar un amor imposible en todos sus matices.
¿Has recibido algunos galardones por tus obras? Sí, humildemente muchos, nacionales e internacionales muy importantes. Entre ellos, destaco el Premio Mundial de Poesía y Literatura Federico García Lorca.
Si te encontraras con una joven adolescente con inquietudes literarias, ¿Cómo la motivarías para que la desarrolle? Le diría que confíe, que se sienta libre, que se declare en rebeldía, que asuma el compromiso de escribir pero sin presionarse, disfrutando el proceso creativo que es ilimitado. Que busque su propia voz y se entregue sin límites, volcando lo que es una pasión irrefrenable. Es tan necesario como respirar, ineludible.
¿Una persona debe tener cualidades especiales para dedicarse a la escritura? La sensibilidad es determinante; es un fuego sagrado, abrazador, es un impulso irrefrenable. Uno lo descubre sin buscarlo.
¿Hoy la gente lee tanto en forma digital como lo hacía antes en papel? Mi apreciación es que es generacional; los jóvenes tienen una inclinación por lo digital, y los mayores nos inclinamos por la textura, olores y el placer de leer en papel.
¿El papel será reemplazado totalmente o convivirá con los medios digitales? La convivencia, para mi entender, es la respuesta. Las bibliotecas tienen una antigüedad de cinco mil años y van a perdurar. Además, entra en el terreno de mis deseos.
Cambiando de tema, ¿cómo ves a Canals y al país? A mi pueblo lo veo bello, renovado, modernizado, pujante y al país transitando una grave crisis en todos los aspectos, pero con esperanza para el pueblo argentino después de tantos años de fracasos sucesivos.
¿Qué te agradaría que cambiemos los argentinos? Menos intereses personales y más patriotismo.
¿Qué valoras de nuestra gente? Valoro el espíritu de sacrificio y lucha, el deseo de retornar a la cultura del trabajo y el progreso, la solidaridad y el respeto y amor por las tradiciones.
¿Algún escritor que admires? Admiro a Alejandra Pizarnik porque fue capaz de desnudar su alma sin pruritos, descaradamente. Me reconozco en ella. Por los demás, siento un gran respeto.
¿Alguna frase de cabecera que quieras compartir con los lectores? “El misterio de la vida no es un problema a resolver, sino una realidad a experimentar” – Frank Herbert
Para finalizar, ¿algún mensaje a tus seres queridos y amigos? Sí, gracias por formar parte de mi vida, gracias por su amor incondicional y su apoyo invaluable. Soy hoy lo que soy y he logrado lo que he logrado gracias a Dios y a ellos.
Muchas gracias, Laura, por tu tiempo.