El primer ministro surcoreano, Chung Sye-Kyun, subrayó hoy que pese a los logros de su país para estabilizar la curva de contagios de coronavirus “no es momento de ser complacientes” dado que la lucha contra el virus es algo “de largo plazo”.
“El número diario de casos confirmados ahora parece estar estabilizándose en dos dígitos, si se excluyen los casos importados”, aseguró hoy Chung en una rueda de prensa en el Club de Corresponsales Extranjeros de Seúl.
“Sin embargo, este no es momento de mostrarse complacientes”, agregó.
Corea del Sur, país que pese a sumar más de 9.300 contagios no ha limitado movimientos de sus ciudadanos y mantiene abiertas las fronteras, ha logrado reducir y estabilizar el número de nuevas infecciones gracias a su sistema de testeo a gran escala y rastreo exhaustivo de posibles contagios.
Aun así, el país encara ahora al menos dos desafíos: por un lado los casos importados, que llegan a 300 y van en aumento, y por otro el reto de lograr que los ciudadanos sigan cumpliendo de manera voluntaria con el “distanciamiento social” con el que ya conviven desde hace más de cinco semanas.
Chung admitió que lo “preocupa” esto último.
“Estamos preocupados sobre cómo hacer que la gente mantenga el distanciamiento, y no creo que haya receta acertada para eso”, dijo, reconociendo el mérito y aguante de sus conciudadanos, de los que destacó también el hecho de que no haya habido acaparamiento de bienes como en otros países.
Con respecto a la política de mantener fronteras abiertas e ir endureciendo progresivamente los mecanismos para controlar la entrada de contagios importados, consideró que todas las medidas del Gobierno hasta ahora “han sido apropiadas”.
Desde esta semana, Seúl somete a análisis a todos aquellos viajeros -el 90 % de ellos, surcoreanos retornados- procedentes de Europa y Estados Unidos y les obliga a guardar una cuarentena de 14 días independientemente del resultado.
El Gobierno indicó hoy que se empezará a tomar la temperatura en origen a todo aquel que vaya a volar a Corea del Sur y que aquellos que superen los 37,5 grados no podrán embarcar, sean de la nacionalidad que sean.
Con respecto a la posibilidad de endurecer aún más los requisitos de entrada al país, Chung consideró que el Gobierno debe ser “flexible dependiendo de las circunstancias” y que “todas las opciones están abiertas ahora” dado que la lucha contra el virus “va a ser a largo plazo”, y que por ello “hace falta pensar las cosas a largo plazo”.
De los 91 nuevos casos detectados en las últimas 24 horas, 13 de ellos fueron identificados en los nuevos controles establecidos en aeropuertos, informó el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades Contagiosas de Corea (KCDC).
Yoon Tae-ho, el funcionario a cargo de las labores de desinfección en el país, señaló hoy, en declaraciones que recoge la agencia de noticias Yonhap, que de las aproximadamente 300 personas que han entrado tras contraer el virus fuera de su territorio unas 40 han violado las cuarentenas.
En ese sentido, ha explicado que el Gobierno sancionará a los surcoreanos que incumplieron la orden de reclusión y que deportará a los extranjeros que hicieron lo propio.
Con los 91 nuevos casos, Corea del Sur suma 9.332 infecciones, de las cuales son 4.665 casos activos, 301 menos que en la víspera.