Una inauguración con escenario atípico a causa de la pandemia

El presidente Alberto Fernández dejó inaugurado hoy el 139 período de sesiones ordinarias del Congreso en un escenario atípico a causa de la pandemia de coronavirus, con un recinto semi vacío y pantallas led con las imágenes de los legisladores conectados vía zoom, donde las intervenciones del primer mandatario fueron interrumpidas unas 40 veces por los aplausos desde las bancadas oficialistas.

La ausencia física de invitados y de casi las tres cuartas partes de los legisladores nacionales le dieron al recinto un clima frio, contexto que se completó con la escasa presencia de carteles en las bancas, contra lo que ocurrió en las últimas asambleas legislativas.

BALANCEAR

En el inicio de la jornada, a las 11.10, la vicepresidenta Cristina Fernández llegó al edificio del Congreso, donde también se vio otro paisaje atípico con la ausencia de movimientos sociales o políticos en las inmediaciones del Palacio Legislativo, en cumplimiento del pedido realizado por el presidente Fernández.

A las 11.30 comenzaron a llegar los ministros y 11.35 la vicepresidenta dio inicio a la ceremonia, en la que se eligieron las comisiones de interior y de exterior para recibir al Presidente.

Los ministros se ubicaron en los palcos del primer piso, que estuvieron ocupados por no más de cuatro personas; en tanto miembros de la Corte Suprema y gobernadores siguieron el discurso vía zoom, al igual que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

La ministra de salud Carla Vizzotti –aislada por coronavirus- y el presidente de la bancada kirchnerista, Máximo Kirchner, también estuvieron conectados de forma remota.

En las bancas del recinto se había previsto que entre cada legislador se dejaran uno o dos espacios vacíos, regla que fue alterada únicamente por el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, que abandonó su lugar original para sentarse en el que quedaba libre entre los titulares legislativos de esa partido, el diputado Mario Negri y el senador Luis Naidennof.

Como un anticipo de lo que sería una constante durante el discurso del Presidente, el macrista Fernando Iglesias levantó su tono de voz para marcarle a la vicepresidenta que se pusiera el barbijo cuando se iniciaba la Asamblea.

La mayoría de los legisladores cumplió con el requisito de seguir la sesión con el barbijo puesto, a excepción de los republicanos Waldo Wolff y Carla Piccolomini y los oficialistas Carolina Moíses y Facundo Moyano, que durante la mayor parte del discurso obviaron esta regla.

Las interrupciones de Iglesias diciendo “Venezuela” cuando el Presidente hablaba de política exterior, o “es peronismo” cuando hablaba de medidas políticas, motivaron el reproche de la bancada oficialista, que aplaudía al Presidente o pedía silencio para neutralizar las interrupciones del diputado opositor.

“Si alguien cree que me insulta diciéndome peronista, sólo le digo que eso me da orgullo”, remarcó el Presidente apartándose del texto del discurso y ante la provocación del diputado del PRO.

Pero el momento más intenso se dio cuando Fernández hablaba de deuda e Iglesias buscó interrumpir nuevamente: “Tuvo cuatro años para hablar, ahora déjeme hablar a mi”, espetó el titular del Ejecutivo, motivando el aplauso de la bancada del Frente de Todos.

El relevamiento realizado por Télam marcó que el Presidente recibió durante su discurso 42 aplausos de variada intensidad, siendo el pedido de Fernández para que se reconozca a los trabajadores de la salud el único que motivó el acompañamiento de Juntos por el Cambio.

Esta vez, ni siquiera la mención al tema de la soberanía argentina sobre Malvinas despertó aplausos en la principal bancada opositora.

Los aplausos más fuertes se escucharon cuando el Presidente hablo de deuda y pidió que Juntos por el Cambio hiciera un ‘mea culpa’ y cuando dijo que iba a avanzar con una denuncia al expresidente Mauricio Macri por el tema de la deuda y de las tarifas dolarizadas durante su gestión.

También aplaudieron con intensidad cuando Fernández destacó el regreso de la paritaria nacional docente y cuando hizo mención a la aprobación del proyecto sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo.

La Asamblea finalizó con el oficialismo gritando ‘Alberto Presidente’, cántico que mostró al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, como uno de los más enfervorizados.

En cuanto a cartelería y ‘merchandising’, se destacó la diputada de la Coalición Cívica Mónica Frade con un atuendo a rayas negro y blanco –intentando simular al de los presidiarios- con la inscripción“30/08/20-Clorinda”, por lo que consideró como “el cierre del acceso a esa ciudad formoseña dispuesto por el gobierno provincial”.

La legisladora acompañó esa vestimenta con una impresión gráfica de la cara del gobernador Gildo Insfran a la que le colocó un gorro negro y blanco y ubicó en la banca contigua a la suya.

En el mismo sentido, el diputado radical por Formosa Ricardo Bruyaile, utilizó un barbijo rojo con la inscripción ‘Clorinda Libre’

En cuanto a carteles en las bancas, apareció solitario el del representante de la Izquierda, Juan Carlos Giodano, pidiendo: “Repudio al vacunatorio VIP. Vacunas para todos y todas”.

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