Diego Schwartzman se mostró exultante tras conquistar el Argentina Open y confesó hoy que “desde que era muy chiquito” soñaba con alzar el trofeo en Buenos Aires, aunque negó que se sintiera presionado por no haberlo logrado antes.
“Soñaba con ganar en mi país desde que era chiquito, estoy realmente muy emocionado. Pude lograrlo en mi casa, con mi familia y amigos en el estadio, me siento feliz”, expresó Schwartzman en diálogo con la prensa, instantes después de su victoria.
El tenista de 28 años surgido del Club Náutico Hacoaj superó en la final al también argentino Francisco Cerúndolo por un holgado 6-1 y 6-2, y volvió a coronar a un tenista local luego de 13 años, desde que lo consiguiera en 2008 el cordobés David Nalbandian.
“Tenía muchas ganas de ganar acá y me preparé muy bien, pero no era una carga extra no haberlo conseguido antes, porque no es fácil este torneo”, expresó Schwartzman, quien no cedió ningún set en los cuatro partidos que jugó camino al título.
El “Peque” mejoró en Buenos Aires su producción respecto de la semana pasada en el Córdoba Open, donde perdió en cuartos de final con el catalán Albert Ramos, un tenista al que le había ganado los cinco enfrentamientos previos.
“Cuando perdés en casa parece que sos la peor persona del país, eso sentí la semana pasada en Córdoba y me sirvió para jugar acá con más ganas todavía. Tuve un ambiente bárbaro durante el partido y realmente me salió todo lo que intenté”, añadió Schwartzman.
El “Peque” se refirió finalmente a su rival, Francisco Cerúndolo, la gran revelación del certamen porteño que ingresó desde la clasificación y llegó hasta la final, lo que le reportará un ascenso en el ranking mundial del puesto 137 que ocupa al 112 que lucirá mañana.
“Lo que hicieron los hermanos Cerúndolo (Juan Manuel fue campeón la semana pasada en Córdoba) le hace muy bien al tenis argentino. Francisco jugó muy bien durante toda la semana y merecía también el título, seguramente ganará en el futuro”, concluyó Schwartzman.