En medio de una dura interna, el intendente Facundo Manzoni enfrenta críticas que lo tildan de “ñoqui” en la Legislatura y lo acusan de ser parte de la vieja política. A pesar de las denuncias, prepara su candidatura como diputado nacional.
Fuego cruzado en el PRO
Facundo Manzoni, actual intendente de Viamonte, quedó en el centro de la tormenta política luego de que trascendieran acusaciones que lo señalan como “ñoqui” durante su paso por la Legislatura de Córdoba entre 2016 y 2019. Según dirigentes internos del PRO, habría cobrado un cargo como Secretario de Juventudes sin cumplir funciones concretas, lo que hizo cuestionamientos sobre su rol y transparencia.
Además, referentes partidarios lo catalogaron con expresiones duras como “fantasma” y “el más casta de todos”, marcando un quiebre en su relación con sectores que antes lo apoyaban. Dentro del espacio aseguran que “hoy no lo banca nadie” y que sus vínculos políticos en Córdoba se debilitaron tras el cierre de listas.

El propio Manzoni responde
Lejos de callar, Manzoni sostiene que no es un político tradicional y se autodefine como un “bicho raro”. Asegura haber recibido propuestas de distintos partidos para integrar sus listas, y recalca que su estilo lo diferencia de la política convencional. Para sus detractores, en cambio, esa postura es más un recurso discursivo que una realidad.
Rumbo a las elecciones
En paralelo a las acusaciones, el intendente ya se proyecta hacia octubre: quiere encabezar la lista de diputados nacionales por el PRO en Córdoba. Con el respaldo de algunos intendentes, dirigentes jóvenes y empresarios, busca consolidar una estructura propia que le permita disputar espacios de poder en el Congreso.
Con un discurso crítico hacia quienes intentan fusionar el PRO con La Libertad Avanza sin definir los términos de la alianza, Manzoni insiste en que “no se puede ceder todo” y que el partido debe mantener identidad y protagonismo en las urnas.