El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió hoy a los líderes de todo el mundo que si no extreman las medidas para frenar la transmisión del coronavirus, la pandemia “podría matar a millones de personas”, un llamado de atención que coincide con la multiplicación de casos y muertos en Europa, Asia Central y América, principalmente.
En total, el mundo ya suma casi 236.400 casos confirmados, 9.790 muertos y casi 85.000 pacientes recuperados, según las cifras recolectadas por la universidad estadounidense de Johns Hopkins.
Hoy fue un día especialmente malo para Italia, donde en medio de una cuarentena generalizada el número de muertos superó los 3.400 y la cifra total en China, y se convirtió en el país con más fallecidos en el mundo.
Este hito resultó significativo porque China, sobre una población de casi 1.400 millones de habitantes, tiene más de 81.000 casos confirmados, mientras que en Italia viven 60,5 millones de personas y las personas infectadas rondan las 33.200.
Además, la cifra de infectados y muertos volvió a crecer hoy a un ritmo acelerado en los otros países más golpeados: en España los casos confirmados crecieron un 25% y los muertos ya son 767, en Irán hubo más de mil personas más contagiadas y ya superan los 18.000, mientras que los muertos se acercan a los 1.300.
China era la única excepción entre los países más golpeados por la pandemia, dado que el Ministerio de Salud de ese país informó que, en las últimas 24 horas, no registraron ningún caso nuevo de coronavirus en la ciudad de Wuhan, epicentro de la pandemia mundial.
Además, destacó que tampoco tuvieron un caso de transmisión autóctona en el país. Todos los 34 nuevos casos son de personas que se infectaron fuera del país y volvieron al territorio, la mayoría a Beijing, la capital china.
“Hoy hemos visto el amanecer después de tantos días de duro esfuerzo”, celebró Jiao Yahui, vocero de la Comisión Nacional de Salud, según la agencia de noticias EFE.
Pero el resto del mundo aún está lejos de conseguir contener la transmisión del coronavirus Covid-19 como lo hizo China y algunos pocos países asiáticos, como Corea del Sur, Taiwán y Singapur.
Ante ello, Guterres alertó en conferencia de prensa que “si dejamos que el virus se propague como un fuego descontrolado -especialmente en las regiones más vulnerables del mundo-, podría matar a millones de personas”.
Poco antes, el secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, había advertido a los países de África que “se despierten” y “se preparen para lo peor”.
Como sucede en Medio Oriente -con la excepción de Irán-, los casos confirmados no se han multiplicado como en Europa, América o China, pero la OMS teme que cuando esto suceda, los frágiles sistemas de salud pública de esos países -donde además, en algunos casos hay grandes concentraciones de refugiados y desplazados que viven en condiciones precarias- no puedan enfrentarlo.
Este temor también sobrevuela sobre América Latina, donde gran parte de los países comenzaron a aislar sus territorios y a ordenar cuarentenas obligatorias a nivel nacional por recomendación de la OMS, mientras los gobiernos de los dos países más grandes de la región están reaccionando más lento: México y Brasil.
Tras varios días de restarle importancia a la pandemia -que ya se cobró siete vidas- y de recibir críticas de los gobernadores brasileños por su inacción, el presidente Jair Bolsonaro anunció el cierre de las fronteras terrestres con la Argentina y otros siete países fronterizos: Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú, Bolivia, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.
Esta medida es solo para los extranjeros y se suma al cierre de la frontera con Venezuela, anunciada el martes.
Las cargas con camiones no serán prohibidas, así como la convivencia en las llamadas “ciudades gemelas” que comparten las fronteras secas, divididas apenas por una calle de libre tránsito, como ocurre en lugares de las provincias de Misiones y Corrientes.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que no tiene pensado declarar un toque de queda o algún tipo de cuarentena en el país, pese a que los casos confirmados se acercan a los 120 y hoy se registró la primera víctima mortal.
“Yo respeto la decisión en otros países, nosotros no necesitamos eso”, aseguró el mandatario en su conferencia de prensa matinal y luego le pidió al “pueblo que esté en sus casas”, según la agencia de noticias Europa Press.
López Obrador sí acordó esta semana con su par estadounidense, Donald Trump, cerrar la frontera.
En el país del norte los casos ya confirmaron los 11.000 y los muertos se triplicaron. Por eso, pese a su reticencia inicial de asumir la dimensión de la pandemia, Trump empezó a tomar medidas para frenar la transmisión.
Sin embargo, hoy en una conferencia de prensa, el magnate republicano volvió a esquivar la responsabilidad por la falta de medicamentos, suministros y equipamiento médico, y reactivó la pelea con los gobernadores, que por ahora asumen las medidas más estrictas en el país.