El presidente de Argentina, en una entrevista con The Economist, profundiza sobre su experimento radical y la transformación económica en su primer año de mandato.
Un año al frente del poder y una filosofía radical
A poco de cumplir un año como presidente de Argentina, Javier Milei reafirma su visión libertaria en una entrevista con el medio inglés The Economist . Fiel a su estilo, el mandatario aseguró que su desprecio por el Estado sigue siendo “infinito” y destacó que continuará avanzando en su objetivo de desmantelar la injerencia estatal. “Todo lo que pueda hacer para eliminar la injerencia del Estado, lo voy a hacer”, expresó contundente.
Milei definió su gestión como un “experimento radical”, en el que actúa como un “topo” destruyendo al Estado desde adentro. Según el presidente, cualquier regulación que interfiera con la libre empresa es un paso hacia el socialismo, una ideología que rechaza fervientemente, llegando incluso a criticar aspectos de la economía neoclásica por considerarla un impulsor indirecto del socialismo.
Resultados mixtos en un contexto de transformación
La portada de la edición global de The Economist , que estará disponible el 30 de noviembre, destaca que Milei atraviesa su mejor momento desde que asumió el cargo el 10 de diciembre de 2023. En este sentido, el medio resalta que los mercados financieros han respondido positivamente a sus reformas económicas. Según el índice de riesgo país de JPMorgan, este se reduce de 2.000 puntos al inicio de su gestión a 750, el nivel más bajo en cinco años.
Sin embargo, no todo es positivo. La economía argentina entró en recesión este año, con un notable aumento del desempleo y un preocupante incremento en la pobreza, que afecta al 53 % de los argentinos, frente al 40 % registrado en 2023.
¿Hacia dónde se dirige Argentina?
A pesar de las cifras adversas en el plano social, Milei asegura que su gobierno ha avanzado en la desregulación diaria de la economía, aunque reconoce que aún quedan por implementar 3.200 reformas estructurales. Sus políticas polarizan a la sociedad, generando protestas y cuestionamientos, pero también elogios de parte de los mercados internacionales.
Mientras Milei sigue marcando la agenda económica y política de Argentina con su estilo disruptivo, la gran pregunta que queda en el aire es si su “experimento radical” logrará consolidar un cambio profundo y sostenible en un país que históricamente ha oscilado entre crisis y recuperación.