El resurgimiento de La Lola: ¡Campeón de la Liga Independiente de Fútbol Las Colonias!

Diego Castillo, DT del club, comparte la historia detrás del éxito y los valores que llevaron al equipo a la victoria.

La Liga Independiente de Fútbol Las Colonias ha sido testigo del regreso triunfal de un equipo que había permanecido dormido durante años. El Club Atlético La Lola, bajo el liderazgo del director técnico Diego Castillo, alcanzó a coronarse campeón en el reciente torneo. En una entrevista con eccos fm, Castillo compartió su alegría y habló sobre el resurgimiento del club, los desafíos que enfrentaron y la mentalidad que les permitió alcanzar la gloria. Acompáñanos mientras nos adentramos en la historia de este equipo y su camino hacia la victoria en la Liga Independiente de Fútbol Las Colonias.

¿Cómo surgió la idea de que resurgiera el club y disputara este torneo?

Surgió hace un tiempo, bajo el lema de despertar canchas dormidas. Lo hablamos con amigos y familia. Yo soy nativo de La Lola y viví allí hasta los 13 años. Pude ver jugar a La Lola en la Liga Intermunicipal, pero no tuve la oportunidad de jugar en el equipo. En ese tiempo, jugaba en las divisiones inferiores del Club Canalense y soñaba con ponerme la camiseta de La Lola, pero era muy joven. Aunque no hemos podido jugar en nuestra cancha porque todavía está abandonada, logramos que el nombre “La Lola” vuelva a escucharse.

¿Cuándo arrancaron este torneo después de tantos años, cuál fue el objetivo que te planteaste?

El objetivo fue siempre ir partido a partido porque lo importante era lo humano, compartir y formar un buen grupo de personas. No teníamos otro objetivo más que eso. Simplemente íbamos partido a partido y veíamos qué pasaba.

Cuando uno mira el desarrollo del campeonato, ve que lograron clasificar entre los cuatro mejores.

Sí, logramos clasificarnos en la última fecha. Aunque teníamos que perder por una diferencia de 7 goles para quedar fuera, jugamos ese último partido muy bien, lo que nos sirvió para ganar confianza. Clasificamos a los cuartos de final, que fue la etapa más difícil que enfrentamos, ya que si quedas eliminado, piensas que no estuviste a la altura cuando llegó lo más difícil. Antes de ese partido contra Huracán de Santa María, que es un clásico histórico, preparé mentalmente a los jugadores. En el año 1993 se jugaron los dos últimos clásicos y Santa María salió victorioso. El primer partido lo jugamos en Benjamin Gould y fue duro y cerrado. En la vuelta, en la cancha de Huracán, logramos abrir el partido y creo que jugamos el mejor partido del campeonato, ganando 4 a 0.

¿Cómo vivieron las semifinales frente a un rival complicado como el que les tocó?

En las semifinales nos tocó enfrentar a Bismarkenses. Cuando jugamos el primer partido en Gould, los hinchas de Newells me decían que iban a hinchar por La Lola porque Bismarkenses era el equipo más duro de la liga. En mi interior, pensaba “cuidado con nosotros”. Fue un partido parejo que pudimos ganar, pero nada estaba definido porque Bismarkenses es un equipo muy duro y el campeón defensor de la liga.

En la final les tocó uno de los equipos más ganadores de la liga, como Colonia Barge. ¿Qué les dijiste a los jugadores en la previa?

Les dije que tenían que disfrutarlo porque una final no se juega todos los días. Hablamos de eso toda la semana. Aunque normalmente comenzábamos los entrenamientos los martes, esa semana empezamos el lunes para reunirnos, tomar mate y hablar del partido anterior, para motivarnos para la final. Disfrutamos mucho de la final, sabíamos que si hacíamos las cosas bien, teníamos posibilidades de ganar. Teníamos en mente que Colonia Barge sabe jugar finales y que tenía mucha experiencia. Eso se notó en el primer partido, pero creo que ellos no jugaron como deberían en la final, mientras que nosotros sí lo hicimos. Eso nos dio una pequeña ventaja de 2 a 0, que es un resultado difícil, aunque cuando te marcan un gol te hace pensar. En el partido de vuelta, comenzamos perdiendo 1 a 0 por un penal. Fue un partido duro, cerrado y muy peleado. Logramos empatar cerca del final del primer tiempo y en el segundo tiempo pasamos a ganar 2 a 1, pero ellos lograron empatar. Aunque sabíamos que estábamos en ventaja, éramos conscientes de que hasta que no sonara el silbato final, nada estaba dicho.

¿En algún momento pensaste que se les podría escapar la final?

No, pero estaba más ansioso que los jugadores. Ellos me daban confianza, pero siempre se piensa que las finales se ganan, porque lamentablemente nadie recuerda al segundo. En la cena de celebración, les dije a los chicos que lo que logramos es histórico porque no es fácil ganar y salir campeón. Es muy duro, se deben dar muchas circunstancias. En el fútbol, pierdes mucho más de lo que ganas y se sufre mucho. Pero cuando llegan satisfacciones como esta, se disfrutan mucho.

¿Qué cosas se te vinieron a la mente cuando se dio el pitazo final?

Pensé en la familia. Tengo a mi compañero inseparable, Lucas Ojeda, de Bremen, quien hace algún tiempo perdió a un hijo muy joven. Él me dice que el fútbol lo ayudó a seguir adelante. Puedo decir que el fútbol sana, ayuda y crea amistades, por eso nos abrazamos y nos pusimos a llorar. Sabíamos que tendríamos una ayuda extra, pero sobre todo jugamos bien al fútbol.

Diego Castillo, DT del club, comparte la historia detrás del éxito y los valores que llevaron al equipo a la victoria_png — **Diego Castillo, DT del club, comparte la historia detrás del éxito y los valores que llevaron al equipo a la victoria**

¿Qué viene ahora para el Club La Lola?

Armé un grupo hermoso de 21 jugadores, de los cuales jugaron 18. Cuando tienes personas que entienden el objetivo, eso es lo importante. Tengo entendido que algunos jugadores recibirán ofertas, pero creo que se quedarán porque esto no se trata de dinero, se trata de la camiseta y de corazón.

¿A quién quieres agradecer?

Quiero agradecer a nuestras familias y a todos los que colaboran directa o indirectamente. Agradecemos a quienes nos han llamado, porque eso nos da fuerza para seguir adelante y nos ayuda. Todos tenemos nuestras familias, trabajos y preocupaciones, pero el día domingo nos juntamos y vamos a la cancha. Tengo la suerte de que mi esposa y mis hijos me acompañen porque somos una familia futbolera. Pero todo el grupo forma una gran familia.

¿Algún mensaje para la gente?

Agradecer a la gente de La Lola, en especial a la escuelita y a mis maestros, porque esto llega a Pueblo Italiano también y de allí eran mis maestras, las que me enseñaron junto con mis padres y la gente de La Lola, los valores y que en la vida hay que ir siempre con humildad. No importa que seas pequeño, porque somos un club pequeño, pero eso no importa porque el camino se hace caminando y si caminas, llegas. Así es que La Lola tiene su primera estrella y se lo debo a todas esas personas, desde mi primera maestra hasta Mario Zanon, que fue mi primer entrenador y me enseñó mucho sobre el respeto, la puntualidad y los valores. Los grandes te marcan el camino y uno se convierte en lo que aprendió en ese camino.