No son avispones gigantes asiáticos, pero las hormigas voladoras han empezado a cubrir los cielos hasta el punto de ser detectadas como lluvia por el radar.
Ocurrió el viernes pasado al sureste de Inglaterra. Según el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido, hacía un día “seco, caluroso y soleado” cuando sus radares detectaron lo que parecía lluvia en un área que abarcaba ciudades como Londres, Kent y Sussex. Sin embargo, los satélites no mostraban suficientes nubes en la zona como para producir lluvia.
“El radar está detectando en realidad un enjambre de hormigas voladoras por todo el sureste”, publicó la agencia en un tuit. “Durante el verano, las hormigas pueden emerger de forma masiva para surcar los cielos, generalmente en días cálidos, húmedos y sin viento”.
Los meteorólogos sospecharon desde un primer momento en los insectos porque las partículas recogidas por los radares eran más largas y anchas que las gotas de lluvia, pero su corazonada no se confirmó hasta que los locales empezaron a publicar fotos del gigantesco enjambre en las redes sociales.
Según CNN, el vuelo de las hormigas se ha convertido en una tradición anual que los británicos llaman “Flying Ant Day”. El fenómeno tiene lugar cuando las reinas jóvenes dejan sus nidos, seguidas por los machos, para reproducirse y comenzar nuevas colonias. Las condiciones climáticas deben ser las correctas, por lo que muchas hormigas eligen despegar al mismo tiempo.
Las hormigas voladoras no son dañinas, y la recomendación de la Real Sociedad de Biología es ignorarlas. A diferencia de las hormigas obreras, que son estériles, estos individuos reproductores no salen del hormiguero en condiciones normales. Pueden ser molestas, pero mejoran la fertilidad del suelo haciendo que más agua, oxígeno y nutrientes lleguen a las raíces de las plantas.