El Gobierno pospuso hasta el año próximo los pagos de la deuda de titulos privados emitidos bajo ley nacional, mientras mantiene su voluntad para encarar la negociación de los pasivos con acreedores de deuda privada emitidas bajo ley extranjera, por un monto total de US$ 68.842 millones.
Dado el nuevo contexto que impuso la crisis mundial derivada de la pandemia de coronavirus, y a través del decreto 346/20 publicado hoy en el Boletín Oficial, el Gobierno anunció la postergación del pago de intereses y amortización de los bonos soberanos y letras emitidos en dólares y bajo legislación argentina hasta el 31 de diciembre de 2020 o “hasta la fecha anterior que el Ministerio de Economía determine en el marco del proceso de restauración de la deuda pública”, siendo vencimientos que en total rondan los 10.000 millones de dólares.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró anoche a Télam que la decisión de prorrogar hasta el año próximo el pago de la deuda pública local “estaba contemplado” en el proceso de reestructuración decidido por el gobierno nacional.
En este sentido, recientemente Economía oficializó la intención de reestructurar un primer tramo de la deuda de bonos de deuda extranjera por US$ 68.800 millones, operación que sigue su curso, en el contexto que impone la pandemia del coronavirus, según expresó días atrás el propio Guzmán en un encuentro con periodistas.
También había decidido posponer el pago de otro título con ley local por seis meses, el Bonar 20 (el bono dual), cuando inversores, en su mayoría extranjeros, habían decidido no aceptar el canje de títulos oportunamente propuesto, y con miras a tener un panorama más claro por la reestructuración de la deuda, en el marco de una estrategia de sostenibilidad.
Al referirse al decreto de necesidad y urgencia publicado hoy en el Boletín Oficial, el titular del Palacio de Hacienda subrayó que desde el Gobierno se apunta “a un tratamiento equitativo para la deuda pública en dólares bajo la ley argentina y las leyes extranjeras” en un marco de sostenibilidad de la deuda argentina.
Ante la evidente escasez de recursos, el Gobierno decidió esta vez postergar los pagos de los bonos bajo legislación local, en tanto continúa negociando la oferta de la deuda extranjera, marcando una voluntad de privilegiar una negociación con esos tenedores antes que un default.
Para los vencimientos de los títulos emitidos con el Banco Central y con la Anses, se decidió que los pagos serán reemplazados por otros bonos, cuyo plazo y demás condiciones determinará el Ministerio de Economía.
Hoy, tras la publicación del DNU, el riesgo país bajó a 3.610 puntos, ya que se trata de un indicador que toma para su medición esencialmente a los bonos emitidos bajo ley extranjera.
Por el contrario, los títulos de deuda bajo legislación local resultaron afectados con fuerza, entre ellos el Bonar 24, uno de los bonos más negociados en el mercado.
Esta situación con la deuda argentina es transitoria, especulan en el mercado, y economistas cercanos al Gobierno prevén que, de no agravarse la crisis del coronavirus, en breve se podría anunciar el plan de reestructuración.
Esa presentación se podrìa realizar antes de que finalice el corriente mes de abril, de manera previa a los próximos vencimientos de títulos bajo ley extranjera.
“El siguiente paso para el gobierno argentino será la interrupción de los pagos de intereses de los bonos globales ” que vencen el próximo 22 de abril, dijo Emmanuel Alvarez Agis hoy la agencia Bloomberg.
Este último escenario se podría dar si la Argentina no alcanza un acuerdo antes de fin de mes con los tenedores de deuda bajo legislación extranjera.
Esto sería así, continuó, debido a que “la estrategia del Gobierno es dar un tratamiento equitativo a los bonos bajo ley extranjera que los de la local”.
Según la misma agencia, una porción importante “de los bonos nacionales denominados en dólares de Argentina están en manos de grandes firmas extranjeras, entre los que se encuentra el fondo de inversión BlackRock.
Esos fondos tienen bonos nominados bajo legislación extranjera, sobre los que se espera una propuesta oficial que contemple “un alivio sustancial”, en el marco de la linea planteada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI deslizó que la Argentina debería tener una disminución de su deuda de entre 50.000 millones de dólares a 85.000 millones de dólares, compatibles con una fuerte quita de capital e intereses.
Guzmán indicó también que buscará alcanzar un nuevo acuerdo con el FMI para refinanciar otros US$ 44.000 millones, necesarios para el repago de la deuda contraída con el organismo.