El 26 por ciento del personal de salud se sintió discriminado durante la pandemia

El 26 por ciento de los profesionales de la salud dijo haber sido víctima de algún tipo de discriminación durante la pandemia de coronavirus, de acuerdo con un relevamiento de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) difundido hoy.

El estudio reveló también que el 44 por ciento de los consultados debió mantenerse aislado de algún miembro de su familia por haber estado en contacto con personas con coronavirus.

La encuesta, efectuada entre 2.000 profesionales, destaca además que el 82% de los trabajadores consideró que su labor durante la pandemia le generó algún tipo de impacto emocional y mencionó entre sus temores el de contagiar a un familiar o ser querido, la ansiedad, el insomnio y la tristeza.

Además, el 70% de los encuestados refirió que sus ingresos se vieron disminuidos desde marzo a la fecha. En un 38% de los casos esas reducciones fueron de entre el 25 y el 50% mientras que el 74% respondió que la institución en la que trabaja no dispuso ningún tipo de medida para mitigar la caída de la remuneración.

En cuanto a la discriminación, la mayoría dijo haberla sentido en la vía pública o en su propio entorno.

“Se necesita urgente un plan de mitigación de esta clase de impactos en el personal de la salud en el contexto de la pandemia”, advirtió Carlos González Malla, médico clínico, miembro de la FCA y uno de los autores del sondeo.

En tanto, Jorge Tartaglione, presidente de la entidad, aseguró que “a lo largo de todo el país los profesionales de la salud han mostrado una absoluta entrega. Sin embargo, hoy muchos enfrentan situaciones de discriminación por el trabajo que realizan y debemos convivir a diario con el miedo a contagiar a nuestros seres queridos”

Para González Malla “el hecho de trabajar en salud implica hoy estar expuestos a consecuencias emocionales, sociales y económicas. Y hay poco apoyo de los lugares donde uno trabaja como para sobrellevar la pandemia”,

“Sufrir insomnio y ansiedad pueden afectar la capacidad de juicio y esto, a su vez, acarrea consecuencias serias en el ejercicio de la medicina”, remarcó González Malla

Por su parte, la psicologa Analía Carril, otra de las autoras del trabajo, hizo hincapié en la vocación como sostén de quienes se desempeñan en el ámbito de la salud.

“La vocación es lo que nos motiva a exponernos así, más allá de lo económico y lo que nos puedan recompensar. Desde que empezamos a estudiar sabemos que nos arriesgarnos a infectarnos, angustiarnos o a morir; es parte de nuestro trabajo y así lo vivimos. Pero esta vez el tema del distanciamiento y de estar confinados, hace que tengamos más miedo de poder ser agentes de una enfermedad en nuestras casas”, analizó la psicóloga.

En cuanto a las posibles consecuencias del actual escenario sobre el ejercicio de la profesión, Carril explicó: “En la ansiedad también se juega la angustia. Y esa ansiedad nos llena de dificultades a la hora de trabajar: dificulta el descanso, lo cual hace que al día siguiente arranquemos cansados, tenemos menos concentración, menos capacidad para retener, menos memoria”

Enfatizó que “en este momento somos la línea de fuego y estamos batallando esta guerra. Estamos poniendo el cuerpo frente a cada paciente más que nunca, necesitamos saber que las personas que toman decisiones están enteradas de nuestra realidad y necesitamos sentirnos cuidados por nuestros empleadores”, .

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