La columna semanal de Iván Ferreyra
Defensor aguerrido, dejando todo en la cancha, siempre para tener en tu equipo. Los padres te ponen un nombre y el pueblo no siempre elige el mismo, lo bautizaron Silbido de ánimo, decían por lo largo y flaco. Decían.
Con el tiempo solo le dijeron Silbido, los que lo quieren le dicen Carlitos. Y si es algo que tiene el silbido es música, armonía, y carlitos siempre anda por donde suena música, con su pullover atado, una marca registrada.
Dicen que da la vida por sus sobrinas, un regalo que le dió el camino. Ahora cuida a los que estudian de noche, esos héroes anónimos que trabajan durante el día y a la noche estudian, para sembrar. Hablar de Silbido es hablar de Canals y los amigos.
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