Canals después de las 20: ¿cómo es el proceso de desinfección de espacios públicos?

Entrevistamos a Mariano Ingrassia, secretario de Ambiente y coordinador de defensa civil de Canals para conocer las medidas de sanitización pública. Lo acompañamos en su recorrido nocturno de desinfección, y fuimos sorprendidos por aplausos.

Son las 20:00 hs en Canals cuando se escucha la sirena que anuncia el fin del día y la gente ya está en su casa. Aunque no todos, porque cuando la ciudad se resguarda para evitar que un virus muy contagioso los infecte, hay quienes esperan esa misma sirena para salir. Su norte es dejar el pueblo en orden después del movimiento del día, para que al siguiente todos estemos un poco más seguros.

Menta Limon

Médicos, policías, bomberos, recolectores de basura, inspectores municipales, voluntarios, entre tantos que siguen prestando sus tan valorados servicios a la comunidad, sobre todo en momentos como este donde estar en contacto con otras personas los expone a ser los siguientes. Volver a casa no es fácil, el miedo de ser portadores del virus los obliga a largos y tediosos procedimientos de desinfección. Aún así la duda sigue, y muchos evitan el contacto directo, tornándose esta rutina abrumadora. Pero siguen.

Desinfecciones nocturnas

Menta Limon

En este recorrido, acompañamos a Mariano Ingrassia y a Diego Bermaz en las tareas de desinfección nocturna de lugares que durante el día son frecuentados por mucha gente. Primero dialogamos con Mariano, Secretario de Ambiente municipal y coordinador de la Defensa Civil. El lugar elegido fue el arco que está al ingreso de Canals, erigido por vecinos preocupados por la situación y que, demostrando que la unión hace la fuerza, aunaron esfuerzos y armaron un lugar por donde vehículos que ingresan y egresan son rociados con cloro. Todo ayuda, asegura Mariano con serenidad y decisión, cada barrera que se le ponga al virus es algo más que previene su ingreso a Canals.

Las calles estaban realmente vacías, no había nadie y la soledad se sentía. Lo único que se podía oír era el ruido de la pulverizadora que dispensaba el cloro. A mitad del recorrido, por calle Uriburu, nos sorprendieron los vecinos que se asomaron a sus puertas y aplaudían la labor que estaban realizando Mariano y Diego. Cómo no emocionarse con semejante muestra de gratitud, que entre tanto caos y tantas preocupaciones sirven como analgésico y los motivan a seguir trabajando.

En uno y otro punto de la entrevista, Mariano insiste: quédense en su casa, es la única manera de que esto “se corte”. Es que llama la atención que cada tanto haya que ver gente andando sin razón por la calle, y quienes comprenden la dimensión del problema se preguntan si quizás no fueron lo suficientemente claros, y repiten: “no salgan de su casa, sólo lo estrictamente necesario”.

Con la esperanza de que se le ha puesto una barrera más, que su trabajo fue valioso y que probablemente millones de patógenos han perecido ante el cloro, el recorrido termina. Mariano y Diego vuelven a su casa. Una baranda sanitizada, un picaporte… el enemigo no se ve, pero sí sus efectos: si en Canals la gente no se infecta cuando sale a hacer las compras, entonces la batalla está ganada.

https://youtu.be/r6ggTkPuAe8
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