Atentas a la reestructuración de deuda del Gobierno, cuatro provincias encaran renegociación propia.

A la espera de que el gobierno nacional avance en su proceso de reestructuración de deuda pública por casi US$ 70.000 millones, las provincias de Buenos Aires, Chubut, La Rioja y Salta ya delinean sus propias estrategias para reestructurar una deuda que, en su gran mayoría, está nominada en moneda extranjera.

Si bien los distritos afrontan pagos que se consideran manejables para 2020, a excepción de Buenos Aires, la sucesión de vencimientos más abultados en los próximos años aceleró los diálogos para el logro de nuevos plazos, montos y/o intereses en el pago con los acreedores.

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El pasado 25 de febrero, La Rioja convocó a los tenedores del bono RIF25 -por un total de US$ 250 millones- a iniciar diálogos para su reestructuración luego de no poder cumplir con el pago de un vencimiento por casi US$ 15 millones pautado para ese día y que deberá pagar antes del 24 de este mes para no caer en default.

“Estamos haciendo los mejores esfuerzos para juntar el dinero, aunque nos cuesta mucho”, aseguró a Télam Juan Luna, jefe de Gabinete de La Rioja.

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Durante estos días, Luna se contactó a los “poco más de diez” tenedores del RIF25 pero admitió que esperan que el gobierno nacional haga su oferta de reestructuración para avanzar en una propia desde la provincia.

“Tanto los tenedores como nosotros tenemos en cuenta los lineamientos que establezca el gobierno nacional”, aseguró Luna, que admitió que “se hace muy difícil” hacer una propuesta propia sin conocer la oferta Gobierno.

En Chubut, el Ministerio de Economía ya trabaja en la contratación de los bancos JP Morgan y Citicorp para que actúen como agentes coordinadores de la renegociación de unos US$ 800 millones, casi el 85% del total que la provincia debe a acreedores externos.

“La operación se concentrará más que nada en el Bocade 2026 (Bono de Cancelación de Deudas) que se contrajo durante la última gestión de Mario Das Neves por 650 millones de dólares”, aseguró Oscar Antonena, titular de la cartera de Economía, en diálogo con Télam.

Al respecto, Antonena confirmó que lo que buscan es “lograr más tiempo para devolver a la mejor tasa y oxigenar las cuentas corrientes”.

El problema que enfrenta Chubut es que, para acceder a la suscripción del Bocade 2026, la provincia cedió al Deustche Bank regalías petroleras por alrededor de US$ 20 millones para que actúe como fiduciario, lo que implica “una sangría muy importante por trimestre”, explicó Antonena.

En el caso de Salta, la provincia pretende renegociar su deuda tanto en pesos con el gobierno nacional, como en dólares con acreedores extranjeros que, según el ministro de Economía y Servicios Públicos de Salta, Roberto Dib Ashur, “a diciembre pasado era de US$ 462 millones”.

“Estamos trabajando con la banca privada para ver cómo llegamos con esa deuda a mitad de año”, sostuvo el ministro, quien destacó que “el porcentaje de la deuda en el presupuesto de la provincia es de menos del 30%”, después de los pagos por los vencimientos de estos días.

Por otro lado, indicó que hasta que “no haya novedades del presupuesto nacional, que seguramente está supeditado a la renegociación de la deuda, la provincia no puede elaborar su proyecto de presupuesto 2020”, teniendo en cuenta la dependencia que posee Salta de los recursos nacionales.

La más comprometida de las provincias en volumen de deuda es Buenos Aires, donde ya se seleccionaron al Bank of America y al Citi como los bancos que la asistirán en el proceso de renegociación de la deuda bajo legislación extranjera, y al D.F. King como agente de Información.

“Se continúa avanzando en el proceso de identificación de tenencias con el fin de poder establecer un canal de comunicación directo con el mayor número posible de tenedores”, manifestó días atrás el ministerio de Hacienda a cargo de Pablo López.

De no mediar cambios, Buenos Aires deberá afrontar vencimientos por unos $ 220.000 millones en 2020, cerca del 15% del presupuesto provincial lo que según manifestó el gobernador Axel Kicillof “es una cifra impagable”.

Según un estudio de la consultora Elypsis, las provincias deberán pagar vencimientos por unos US$ 4.000 millones en 2020 y US$ 4.100 millones en 2021, de los cuales los cuales Buenos Aires representan el 68% de 2020 y la mitad en 2021.

Aunque el stock total de las deudas provinciales equivalía a finales de 2019 a un 8% de la deuda pública nacional (US$ 28.098 millones), casi el 90% está nominado en dólares.

Eso hizo que, ante las sucesivas devaluaciones a partir de 2018, la deuda total escalara del 31% al 52% de los ingresos provinciales entre 2015 y 2019, y que la carga de intereses pasara del 1,5% a 5,1% del gasto primario en el mismo período.

Otro informe, en este caso de la calificadora Fich, dijo que “no hay un gran riesgo” en el pago de vencimientos durante 2020 para las provincias, aunque sí será necesario una refinanciación.

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